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El Ministerio de Sanidad reafirma su compromiso en la lucha contra el edadismo

  • El edadismo es un término acuñado por Robert Butler en la década de los 60 del pasado siglo XX para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad.
  • Entre las herramientas para hacer frente al edadismo están comprender el envejecimiento como una etapa más de la vida, contrarrestar los conceptos negativos y estereotipados de los mayores con el reconocimiento de la diversidad en la vejez y fomentar la participación informada de las personas mayores en la toma de decisiones. 

Madrid, 15 de junio de 2021.- El Gobierno de España, a través del Ministerio de Sanidad, trabaja para erradicar el edadismo como forma de maltrato discursivo contra las personas mayores, a través de la promoción del envejecimiento activo y saludable en el marco de la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud.

Además, combatir el edadismo es una de las líneas priorizadas en la ‘Hoja de ruta para el abordaje de la fragilidad’, elaborada en el marco de la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS y la Acción Conjunta europea ‘Advantage’

Desde el Ministerio de Sanidad se advierte asimismo del error que supone tratar a un grupo de población de manera homogénea por criterio de edad, y se advierte de la importancia de tener en cuenta que la vejez se caracteriza por una gran diversidad, y que la capacidad física y mental de una persona no viene determinada por una edad cronológica sino por su capacidad funcional.

Los adultos mayores, como sujetos de pleno derecho, deben pues ser protegidos de la discriminación por razones de edad y se debe favorecer su participación en la toma de decisiones. Especialmente en la situación actual de pandemia por COVID-19 en la que el grupo de personas de mayor de 60 años, con la heterogeneidad inherente en las personas que lo conforman, se considera como grupo de riesgo.

Entre las herramientas para hacer frente al edadismo está comprender el envejecimiento como una etapa más de la vida, contrarrestar los conceptos negativos y estereotipados de los mayores con el reconocimiento de la diversidad en la vejez y fomentar la participación informada de las personas mayores en la toma de decisiones.

El edadismo es un término acuñado por Robert Butler en la década de los 60 del pasado siglo XX para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad, no solo en las personas mayores, sino también en otras etapas de la vida. 

Entre sus efectos para las personas mayores y la sociedad, se ha demostrado que el edadismo produce estrés cardiovascular, y que los adultos mayores con actitudes negativas sobre el envejecimiento pueden vivir 7,5 años menos que los que tienen actitudes positivas.

El edadismo también condiciona la percepción negativa asociada a los cambios fisiológicos del envejecimiento e incentiva las actitudes para combatir los signos de la edad, retrasando la realización, por ejemplo, de adaptaciones estructurales de la vivienda, debido a las asociaciones de estigmatización relacionadas con el declive y la vulnerabilidad. Estos efectos negativos en la autopercepción de la persona mayor, pueden conllevar riesgo de auto-exclusión del ámbito público.

Entre sus consecuencias sociales, desde la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad se apunta a que el edadismo perpetúa creencias estereotipadas sobre el envejecimiento asociando la vejez como una etapa poco estética o atractiva. Así, las personas mayores dejan de tener presencia y representación en medios de comunicación y actividades pública, con su consecuente  invisibilización y ausencia de participación en la toma de decisiones.

El edadismo, contribuye también a la regulación del mercado laboral, limitando el acceso de personas de edad, basándose en el énfasis existente en la productividad, que lleva de nuevo a perpetuar creencias estereotipadas, limitando la posibilidad de que las organizaciones se beneficien de los conocimientos y experiencias que pueden aportar los trabajadores y trabajadoras de más edad a un grupo intergeneracional.

Por otro lado, desde el Ministerio de Sanidad se advierte que el edadismo puede suponer que las personas mayores vean dificultado el acceso a información y servicios en los que la transformación tecnológica priorice elementos comunicativos o de acceso que supongan una brecha digital.

Por último, la Dirección General de Salud Pública apunta a que la discriminación por razones de edad, puede influir también en actitudes negativas en la prestación de cuidados a largo plazo limitando los recursos orientados a la patologíaa crónica y perpetuando el modelo de atención a la enfermedad aguda. El modelo asistencial debe evolucionar de tal manera que centre sus recursos en la atención de los cuidados a largo plazo integrados y centrados en la persona, con el objetivo de mantener o mejorar su capacidad funcional, teniendo presente el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento poblacional.

Edadismo y COVID-19

Este año, el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez de Naciones Unidas, cuya efeméride se celebra hoy 15 de junio, viene marcado por la esperanza del final de la pandemia por la COVID-19.

Durante el inicio de la pandemia todas las personas, independientemente de su edad, han sufrido las consecuencias de la crisis sanitaria, pero las personas mayores, por su mayor riesgo de consecuencias graves y mayor mortalidad, se han visto especialmente afectadas y se han convertido en sus víctimas más visibles.

En este contexto de pandemia no debe pasar desapercibido este problema social del que, aunque se desconoce su magnitud, las tasas de prevalencia de edadismo se estiman entre un 1 y un 10%.

El maltrato de las personas mayores se enmarca en un contexto cultural, en el que entre sus riesgos de desarrollo se encuentra el edadismo o la discriminación por motivos de edad.

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